El
Colegio de San Torcuato de los Jesuitas de Guadix se fundó en 1599, siendo
prelado de la iglesia accitana don Juan de Fonseca. La creación del Colegio
coincide con la llegada a Guadix de los restos de San Torcuato, primer obispo y
evangelizador de esta comarca. El colegio jesuita accitano gozó de gran prestigio
hasta la expulsión de la orden en 1767 por Carlos III.
El
traslado de las primeras reliquias Tienen lugar en 1593, cuando el obispo
accitano don Juan de Fonseca, consigue el permiso del rey Felipe II la licencia
para que se abra el sepulcro del santo que se hallaba en el Monasterio de
Celanova (Orense). El arcipreste, Francisco Rubio Dávila estuvo presente
durante la exhumación de los huesos y emprende viaje de regreso a Guadix
llevando consigo “una canilla del brazo,
el hueso de un dedo y las dos partes de la toalla y sábana”. En Guadix se
le organizó una gran fiesta.
Del
traslado de las primeras reliquias hay abundante documentación en el Archivo Histórico
Diocesano de Guadix; principalmente en los Libros de actas capitulares del
Cabildo y documentos sueltos como una disposición del orden que habrían de
guardar las cofradías existentes por entonces para el recibimiento de las
mismas.
Hace
poco, localicé un manuscrito que pertenece al fondo antiguo de la Biblioteca de
la Universidad de Granada 08 que lleva por título: Historiae Collegij Guadixensis annotationes ab anno 1600 / [Alonso de
Medrano]. Alonso de Medrano fue rector
del Colegio de San Torcuato de Guadix.
En
el manuscrito se narra la fundación del colegio de San Torcuato y el traslado
de otra reliquia del santo: una quijada, desde Celanova a Guadix. Seguidamente hago la trascripción de
fragmento donde se habla de ello.
(Ortografía actualizada)
“En
el Monasterio de San Salvador que también se llama de San Rosendo de Celanova
que es en el reino de Galicia a 2 de marzo de 1601, ante el muy reverendo Padre
Fray Claudio Tenorio, definidor de la Sagrada Orden de San Benito y presidente
del mismo monasterio, pareció presente ante notario público el padre Juan de
Mosquera de la Compañía de Jesús y presentó ante el dicho presidente una cédula
real firmada del rey nuestro señor don Felipe Segundo de este nombre rubricada
de los señores del Consejo de Cámara refrendada del secretario Francisco
González de Heredia y una licencia del señor nuncio de su Santidad Clemente
VIII con la licencia del Rmo. Fray Juan de los Aras general de la dicha orden
de San Benito, en que por ella pedían al dicho convento del dicho monasterio de
Celanova y al dicho presidente, dieran una reliquia del Glorioso San Torcuato,
primer obispo y mártir de la ciudad de Guadix, discípulo del bienaventurado
Santiago Apóstol que están en el dicho monasterio de Celanova y son habidas y
tenidas por tales de tiempo inmemorial a esta parte, para colocarla en el
Colegio de la Compañía de Jesús de la ciudad de Guadix a donde el dicho santo
padeció glorioso martirio y pareciendo bien la demanda al dicho presidente y
convento y deseando hacer favor a la Compañía, vistos los recaudos y cartas
arriba dichas y cédula de su Majestad, dijeron las obedecía y en su
cumplimiento, luego, el dicho día a las tres de la tarde, el dicho padre
presidente y convento revestidos se fueron en procesión a la sacristía del
dicho convento (…) al lugar donde estaban las dichas reliquias. Sacaron un
relicario de plata en el cual estaba la cabeza del dicho mártir San Torcuato
con su letrero que decía “cabeza del bienaventurado mártir San Torquato” de la
cual el dicho presidente y convento
sacaron partes de una quijada del dicho santo con un diente y una muela pegados
a la dicha quijada, los cuales con la reverencia debida a tan santa reliquia,
la dieron y entregaron delante del dicho escribano al dicho hermano Juan de
Mosquera y otros religiosos de la Compañía la dicha reliquia con la debida
seguridad y decencia fue colocada en nuestro Colegio de Guadix por autoridad
del señor don Juan de Fonseca a la sazón obispo de aquella ciudad que por no
haber otra iglesia ni ermita ni capilla del dicho santo (…) desde su primera se
la llamó nuestro Colegio de San Torcuato y se le hizo una grande fiesta en
aquella ciudad al recibimiento y
colocación de dicha santa reliquia y haber negociado la dicha cedula de su
Majestad, carta y licencias para sacar y traer la dicha santa reliquia se debe
a la devoción del Sr. Cristóbal Velázquez de dicha Compañía, natural de aquella
ciudad de Guadix a quien se debe también haber negociado también la fundación
del dicho Colegio…”
Muchas gracias por tu inestimable labor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Roberto por acercarte a mi blog siempre.
ResponderEliminarGracias a ti por hacernos partícipes de tu bonito trabajo.
ResponderEliminarEXtraordinariamente interesante, como siempre.
ResponderEliminarGracias Javi!
ResponderEliminarNo conocía su blog, me ha sorprendido, muy interesante, enhorabuena. Saludos.
ResponderEliminar