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jueves, 16 de junio de 2022

Proceso de fe del morisco de Alcudia de Guadix, Angel Juan Hazizi

 


 No deja de sorprenderme la gran cantidad de personajes de esta tierra que podrían convertirse en héroes de novela de aventuras. Uno de ellos es el morisco Ángelo Juan Hazizi de Alcudia de Guadix, al que se le siguió por dos veces un proceso inquisitorial en Palermo (Sicilia) en 1570 y 1571. Dicho proceso, está disponible en el Archivo Nacional, dentro de la sección de Procesos del Tribunal de la Inquisición. para quien tenga interés en ver el documento digitalizado y no se conforme con la primera página que aquí muestro puede acceder a él, aparece con la signatura: INQUISICIÓN, 1748, Exp.26. He leído las diez primeros folios y la verdad es que me pareció tan interesante como novelesco.

El proceso, como ya hemos dicho, tiene lugar en Palermo, y los inquisidores que participaron en el proceso fueron: Juan de Retana, Inquisidor Mayor de Sicilia y Arzobispo de Mesina; Juan de Bezerra y de la Cuadra y Juan de Quintanilla, visitador general de todas las inquisiciones del reino de Nápoles.

En aquel clima de piratas berberiscos y turcos que tan bien conoció y vivió nuestro grande de las letras, don Miguel de Cervantes Saavedra, por su participación en la Batalla de Lepanto, Ángelo Juan Hazizi, declara en 7 de marzo de 1570: 

[ortografía actualizada]

"... dijo se llama Ángelo Juan de Hazize, natural de Alcudia en el Reino de Granada de más de veinticinco años, marino. Hijo de Juan de Hazize, de Granada y Catalina, cristiana de mora, tejedores de paños. Abuelos paternos no los conoció ni a los por parte de madre ni padre. Hermanos, Hernando caballero de la Cruz de Malta, patrón de un bajel de veinte barcos, de treinta años; Pedro Hazis, tejedor de velludo, está en Granada; Antonio Hazize, soldado en casa del Marqués de los Vélez; hermanas, Jerónima, Catalina, María, doncellas.

Preguntado si es cristiano bautizado dijo que sí y nació en Alcudia, si sabe las oraciones de la Iglesia, dijo que no las sabe pero que las ha oído decir y no se acuerda ni sabe. Que sus padres ni ninguno de los suyos hayan sido reconciliados ni penitenciados por el Santo Oficio. Dijo que estuvo en Alcudia con su padre hasta edad de siete años y que estando en Almería con un su pariente fue tomado de turcos en un jardín y lo tomó Aluchalí que andaba con dos bajeles y lo llevó en Argel y luego lo retase y lo hizo renegar y decir aquellas palabras [Le hila la Mahomet...] y le metieron nombre de moro Abdhacici y lo vistieron de turco y le enseñaron el [anduzhala] y otra oración morisca, y se lavó a la usanza de moros e hizo [el Zala] en la mezquita con ellos y el Ramadán, no comiendo en todo el día hasta la noche la primera estrella, y hasta la mañana hacia el [zahor] pero que nunca se había casado con mora y estas ceremonias las ha hecho muchas veces creyendo que son buenas para salvarse el anima, como se lo decían los turcos y estando en este redito hasta que andando en una galeota por comito donde estaba un padre religioso, que le dijo que se tornase a su ley y entonces puso en su fantasía de huirse y esto habrá tres años. Y después fue en corso con su patrón por diversas partes y hizo escapar muchos cristianos que eran esclavos en Barcelona, uno que era de rescate de mil escudos y otros dos que eran de los que se perdieron con el conde de Alcaudete y después un [liporoto?] que está aquí entra a la Pantanalea, y si no fuera por un renegado alzara una galeota que estaba en Susa hará un mes que lo tenía concertado con sus tres cristianos que son estos mismos que ha traído aquí, que el uno se llama Antonet y el otro Jerónimo, y el otro Bartolomé los cuales se han venido juntos en una barca de cuatro bancos en la cual ha traído cinco moros y un renegado que iban a la mahometa y este confitente pasó en ella como pasajero y después se alzó con ella, y en ella venía un moro que le ayudó porque venía con propósito de tornarse cristiano. Y como fueron treinta millas a mar se alzó con la barca y con los moros entre él y sus cristianos y con la ayuda de Brahen fueron a la Pantanalea y el gobernador les hizo mal tratamiento y les tomaron la ropa que traían y el bajel. Este confitente lo presentó a Ntra. Señora que lo tenía prometido pro su devoción, y de allí vinieron a Marsala y de allí a Palermo a pedir reconciliación a este Santo Oficio estante que fue preso pequeño y le hicieron renegar por fuerza y creer las ceremonias y opiniones suyas, y que después, habiendo habido comodidad se había huido y quería vivir como cristiano y morir en la fe de Dios."

En el proceso fue admitido a reconciliación con confiscación de bienes, los que quedaron en poder del inquisidor Quintanilla. 

En el segundo proceso declara un noble llamado Jerónimo de la Cerda, quien había venido de Messina [Mecina], con su primo Nicolás Crespo, haría unos nueve o diez días y que se había encontrado con Abdhazi (Ángelo Hazizi), a quien conocía, y que con gran alegría de verse en esta ciudad, le preguntó el motivo de su estancia en Palermo a lo que Abdhazi le respondió que había venido con tres o cuatro cristianos y cinco moros a reconciliarse en la dicha ciudad. Pasados dos días, que era día de San Marcos, los tres fueron a comer alcachofas a unos jardines y don Jerónimo le preguntó en turco, por qué se había bautizado siendo hijo de moros, que no tuviera miedo en confesarle la verdad, pues su primo no sabía turco y que este le ayudaría en todo cuanto pudiese. Abdhazi le contestó que había venido con licencia de Aluchali, renegado griego que era gobernador de Sobrazan, para ir a Tripoli a ver a sus esclavos cristianos que tenía, al llegar a Susa, en Túnez, se encontró con una fragata en la que estaban unos esclavos cristianos y un renegado que los llevaba a tierra de moros y se embarcó con ellos. Llevaban en dicha fragata cerca de un quintal de pimienta y tela..., viendo que los cristianos hablaban entre ellos que quería venirse a tierra de cristianos, se vino con ellos y que con el dinero de unos moros se cobraría los dineros que estaban en poder del Inquisidor Quintanilla y con ese dinero pensaba rescatar a un esclavo que estaba en la galera patrona, llamado Musso Laraiz...

Vemos cómo las declaraciones de Ángelo Hazizi van fluctuando según sus intereses por lo que no habría de tratarse de un renegado cualquiera y que oficiaría de espía en muchas ocasiones. Que hacía rescate de cautivos para llevarlos a Argel...

Es una historia interesante para seguir investigando sobre la identidad de Hazizi, que en este segundo proceso fue condenado a la pena de muerte.