“El Alba inacabada”,
De Alicia María Expósito.
Presentación: Patio del Ayuntamiento
18 de febrero de 2017, 19 h.
por Dori Hernández Montalbán.
Alicia María Expósito nos ha encargado la agradable
tarea, aunque no fácil, de hablar de poesía esta tarde, hablar de su poesía.
Responsabilidad que he asumido sin vacilar y, honor inmerecido que le agradezco
enormemente.
Quienes
me conocéis sabéis que no puedo entender la vida sin poesía, sin arte, en
definitiva; y que estoy siempre dispuesta a reivindicar a través de las
manifestaciones artísticas un mundo más justo. Como creo que poesía y arte
están interrelacionados entre sí a través de vasos comunicantes, a través de
diferentes y diversas energías, llegados a este punto conviene preguntarse ¿qué
energía fundamental es la que alimenta la poesía.
Toda poesía, en mi opinión, ha de tener corazón, y
como consecuencia ha de contener verdad, pues sin verdad la poesía se convierte
en simple ornamento, en retórica pura, estampitas amarillas para decorar la
casa. Por eso, al leer el poemario de Alicia María me invadió una profunda
emoción, al comprobar que la poesía de Alicia está llena de verdad que es igual
a belleza, y además, ese corazón que desemboca en verdad, que es igual a
belleza es necesario.
La verdad se hace cada día más necesaria, más en este
preciso momento en el que vivimos, en este mundo desubicado y en exceso
pragmático en el que todos estamos inmersos y no sabemos a dónde parará. Esta
desnudez, yo diría, es casi revolucionaria, porque atenta contra toda falsedad
e hipocresía. Por eso –los verdaderos poetas- como lo es Alicia María Expósito,
a través de su íntima y verdadera visión del universo interior, se baja del
carro, de lo farragoso de este mundo, prescinde de oropeles y se instala en la
hermosa poesía de la verdad. Esa serena verdad que pone en sintonía cuerpo y
alma, que la lleva a la raíz de sus emociones y las convierte en armoniosa melodía.
Por lo tanto, apostar por esta poesía de la verdad, implica creer en lo más
auténtico y fidedigno del ser humano y efectivamente, la poesía de Alicia bebe
de esta tierna esencia, de su íntima verdad. Así las cosas, creo que ella, la
poeta y la maravillosa mujer que es Alicia, se ven reflejados en su poesía;
inclusive en aquellos márgenes de bruma dolorosa. Eso sí, una vez han sido
alumbrados por este Alba inacabada, que no es otra cosa que un permanente
amanecer de vida y esperanza.
Al terminar de leer el poemario de Alicia,
inmediatamente le escribí un correo diciéndole lo mucho que me había conmovido
su poesía:
“Eres inmensa, grande, qué difícil
contener ese torrente de vida y expresarlo tan magistralmente. Un abrazo.”
En cuanto a la estructuración del poemario considero
que está muy bien estructurado y precisamente expresado en la sinopsis
realizada por Jorge Rafael Marruecos Hernández que aparece en la contraportada.
Nuestro cometido no es otro que acompañar a Alicia
María en este nuevo vuelo de su segundo poemario. Ahora toca a los lectores
disfrutar de sus versos y a los críticos literarios opinar sobre ellos. Una vez
que la obra se publica, deja un poco de ser nuestra para ser de todos pero no
olvides, Alicia, que los críticos suelen ser como los ornitólogos, que saben
todo del pájaro pero no pueden hacerlo volar, pues sólo él conoce el misterio
de su vuelo.
Enhorabuena y a volar.
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