La primera peregrina a Santiago de la que se tiene constancia fue Jimena Garcés, que viajó, según los documentos, "per causa devotione", acompañó a su marido, un tal Alfonso III El Magno, que venía, más que nada, por cuestiones políticas. Jimena murió en el año 910, y estuvo en Compostela poco antes.
Y lo mismo que entre los hombres, había peregrinas
profesionales, que hacían del caminar su oficio, y mujeres de buena voluntad
que, a cambio de dinero, cumplían con la penitencia que otros habían ofrecido.
También hubo falsas peregrinas, como Catherine de Firbes, una curandera
francesa que a finales del siglo XIV fue detenida por convertir el Camino en su
consulta particular.
Tal vez al primero o al segundo grupo perteneció Francisca, la peregrina de La Calahorra de la que se habla en este documento.
Carmen Hernández Montalbán
Carmen Hernández Montalbán
Documento perteneciente al Archivo Diocesano de Guadix, Caja 3290, doc. 43.
Trascripción:
Yo
Juan Alonso escribano del Rey nuestro señor público uno de los del Marquesado
del Zenete doy fe y verdadero testimonio a los que la presente vieren como hoy
día de la fecha de este testimonio pareció ante mi Francisca Hernández, viuda,
mujer que fue de Bartolomé Hernández, vecino de la villa de La Calahorra de
este Marquesado del Zenete y dijo que ella se parte en romería a señor Santiago
de Galicia y a otras partes y a la ciudad de Roma y que lleva consigo a
Bartolomé niño de edad de ocho años que ella ha criado desde edad de un año
poco más o menos y para que conste cómo lleva consigo el dicho niño lo pidió
por testimonio y yo el dicho escribano doy fe que conozco a la dicha Francisca
Hernández que es una mujer de edad de 60 años, pequeña de cuerpo y morena de
cara con un bezo encima del labio alto y conozco al dicho niño en poder de la
dicha Francisca Hernández desde el tiempo de tres años a esta parte y para que
conste de petición de la suso dicha di el presente en la villa de La Calahorra
del Marquesado del Zenete a veintitrés días del mes de marzo del mil y
seiscientos y siete años siendo testigos Alonso Pérez y Juan Padillla y Luis
García, vecinos de esta dicha villa y en fe de ello hice mi signo.
En
testimonio de verdad Juan Alonso escribano público
Doy
fe como cura y beneficiado que soy de la iglesia de esta villa de La Calahorra
hace más de catorce años que Francisca Hernández contenida en el testimonio de
esta otra parte es viuda y vecina de esta villa y que a su marido que se decía
Bartolomé Hernández lo enterré yo en esta dicha iglesia que era un hombre muy
honrado y murió de dolor de costado en veinte días del mes de marzo de mil
seiscientos tres. Lei el testimonio de esta otra parte y todo lo contenido en
él es la verdad sin faltar una palabra y porque de ello conste di esta firmada
de mi nombre en La Calahorra en 28 días del mes de marzo de mil y seiscientos y
siete.
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